20 d’abril del 2020

A cau d’orella (ssshhhttt...) VA DE RECORDS


         Arran de l’intercanvi de correus que s’ha generat, entre els components de la 1ª promoció de Pedagogia i les successives aportacions i records -en el context del confinament que estem patim pel coronavirus-, he «contestat» el d’una companya que ens remet la seua primera experiència en una escoleta de pàrvuls de València, els anys seixanta…el que m’ha fet a mi recordar la meua al Tormo de Cirat, fa també un grapat d’anys…


On dissabte 18 abril 2020 20:22 CEST, "Marc Antoni Adell" <marc.adell@uv.es> wrote:
>     La vivencia de Carmen Alonso -que nos llega en el correo de Juan Gonzàlez- seguro que ha hecho despertar en más de una -o uno- otras tantas vivencias similares, pues creo recordar que la mayoría hemos pasado por la escuela -y nos hemos jubilado en ella, aunque con diferente cometido-. Ahí va, para que os distraigáis en estos últimos (!) días de confinamiento -quiero pronosticar que serán los últimos o los penúltimos...-la de mi estancia en un pueblo del alto Mijares -El Tormo de Cirat-, el curso -coincidencias de la vida- 1962/63, claro que con algunas "diferencias" respecto a Carmen:
> 1. Yo sí que era maestro (!), no como ella... que no había cursado los estudios de Magisterio...Yo los había terminado un par de años antes.
> 2. No tenía 41 criaturas como ella, sino 35 -37 en la foto si me contáis a mi i al muñeco de nieve que, por cierto, lleva mi bufanda, lo que no sé es de dónde sacamos la boina...-
> 3. Y no son todos de la misma "sección" -de párvulos, como Carmen-: lo mío era una unitaria como una casa, con "garrulos" de casi mi estatura y edad...y que ya se afeitaban! Además algunas madres me vivieron "llorando", el primer día de clase -"Don Marcos, por favor... cójame al niño aunque sólo tiene 5 años..." Y añadían "...que Doña Delfina -la maestra, una señora ya mayor- sí que coge a las niñas más pequeñas". ¿Qué hubierais hecho vosotros?
> 4. Obviamente en València -lugar de la foto de Carmen- no nieva nunca o casi nunca, mientras que en el Tormo ya veis, un curso que estuve...y nevó.



>     Y para contar, de todo: el edificio de la escuela era un planta baja, con dos balcones (sic!) que daban a la calle de detrás, por el desnivel del pueblo y en uno de los cuales -de balcón- colgaba un "colgajo" de bandera, que hube de pedirle a mi "patrona", la Sra. Leonor -cómo la recuerdo!-, que la zurciera...
>     Desaliñado -el local-, mal pintado -desde antes de la guerra, seguro- no decía nada en la puerta, así que "conminé" al alcalde -pedáneo!- a que me consiguiera una tabla de madera y un bote de pintura y yo mismo, claro, pinté con letras grandes "Escuela de Niños" y lo colgué.
>    "Lo de la pintura por dentro, Dn. Marcos... -que és como me han llamado en mis tiempos de maestro, alcaldes incluidos; cosa que nada más acceder a la Inspección e impartir clases en nuestra Universitat pasé a ser "Marc" y gracias-. Digo que el alcalde en cuestión me prometió pintar la clase: "Pero tendrá que sacar a los chavales..." "Ya, ya cuento con ello, porque con ellos dentro no podrá ser..." Y llegado el día -por suerte una sola mañana- desalojamos y emprendimos camino hacia las afueras del pueblo y, en un descampado, nos acomodamos y allá estuvimos: ellos más distraídos que menos y yo intentando explicar -me acuerdo perfectamente!- "Los primeros pobladores de España" (sic!) Recursos que tiene uno y aproveché que había por allá una casita medio -o del todo- derruida para ponerlos alrededor, imaginar que el solar era la Península, señalamos los puntos cardinales y les repetí lo que habíamos aprendido nosotros de Historia: "...Los iberos pueblo más antiguo de conformación no muy alta y tez morena... se extendieron por el sur y el este... procedentes de África... -y cogí a algunos chavales para escenificar- Los celtas, más altos y de tez más clara, ocuparon la cornisa cantábrica y el resto del norte...procedentes de Europa -hice lo mismo con otros críos-. Con el tiempo unos -los iberos- siguieron camino hacia arriba -el norte- y los otros -los celtas- se extendieron hacia el sur hasta "encontrarse" en el centro, en la Meseta -y moví a unos y a otros-, constituyendo el pueblo "celtíbero" -cosa que sabéis que no resulta de todo exacta y así lo cuestiona, entre otros, Vicens Vives en su "Aproximación a la Hª de España"...
>     Bueno, fin de la primera parte...-Ah!, la escuela se pintó y al día siguiente nos incorporamos...
>     Que os sea leve y perdonad el abuso de confianza que me he tomado. Pero no ignoráis -pedagogos que sois de primera fila y promoción- que, con la edad, aparecen ciertos "tics", como la de contar "batallitas". Es el caso. Claro que la "culpable" es Carmen Alonso: nos cuenta cosas bonitas -con foto incluida- y claro uno no se puede resistir.
>     Un abrazo -a metro y medio, claro-
>                        Marc 

Sembla que no serà l’últim e.mail que ens intercanviarem, doncs Codina ens està insistint en seguir contant-nos coses...

19 d’abril del 2020

carta oberta APRENDREM LA LLIÇÓ?[1]



                                              

            El “confinament” que estem patint, arran de la propagació del coronavirus per tot el planeta no és comparable a res que –en temps de “pau”- hem experimentat, inclosos els que ja tenim una edat. La reclusió que vivim des de fa unes setmanes només es podia preveure en temps de conflicte bèl·lic, mentre que ara amb les armes en “silenci” –és un dir-, mig món –i part de l’altre- es troba paralitzat –i atemorit-.
            Com no podia ser d’una altra manera, també en l’àmbit religiós –cristià més exactament o “catòlic”, encara més concretament- està notant-se aquell confinament, bé que en els aspectes més exteriors i formals: no hi ha actes presencials –“misses” i similars- per la prohibició expressa d’ajuntar-se gent. Cosa que s’ha “solucionat” gràcies a les noves tecnologies –què l’església institucional no menysprea quan li va bé per fer-se publicitat- i així es fan arribar a totes les cases les cerimònies dominicals i ara les relatives a la “Setmana Santa” –incloses les transmeses des del Vaticà-.
            Bé està això –especialment ens hem de felicitar per la retransmissió de la missa en valencià, per l’ “Àpunt”,, encara que millor hauria estat que més que no les “celebracions”, l’església institucional, també la valenciana, fera arribar als creients –i no creients que volgueren escoltar-la- un missatge de solidaritat i afecte, per la situació tan delicada que, especialment la gent sense recursos –o directament miserable, que n’hi ha més de la que ens pensem- està patint: de necessitat, aixopluc, assistència mèdica i companyia. És el que ha promogut el rector de l’antiga ermita de Vera –i parròquia- entre els seus fidels i algú més que s’ha apuntat als encontres virtuals que patrocina.

            I al fil de tot caldrà preguntar-nos si la preocupació i excepcionalitat de l’episodi que estem patint, ens farà canviar d’hàbits i actituds en el nostre comportament envers als altres, d’ara endavant. I si els governants aturaran les guerres estúpides i assassines que estan assolant el planeta. Déu faça!

                     





[1] Aparegut a l’enllaç de SAÓ: https://revistasao.cat/aprendrem-la-llico/